miércoles, 19 de mayo de 2010

EL PRÍNCIPE DE MAQUIAVELO

Hablar de Maquiavelo, es hablar de distintas áreas del conocimiento, entre otras muchas se encuentra la filosofía y la política...; por lo antes dicho, no basta leer esa magnífica obra una sola vez, puesto que merece de ardua reflexión y entendimiento, desgraciadamente este no es el caso, debido a que solo le dimos una lectura.

Realizaremos algunas reflexiones por medio de las siguientes preguntas: ¿En que consistirá la importancia de Maquiavelo hasta nuestros tiempos?

El Príncipe fue la obra póstuma de Maquiavelo. En ella podemos decir que el autor acabó de definir el “descubrimiento” de la posibilidad de una ciencia política autónoma, independiente de los antiguos principios generales y al margen de consideraciones de orden moral. Según Maquiavelo, el príncipe ha de seguir los preceptos de la utilidad, el valor, la virtud, la fuerza y la astucia “El príncipe ha de ser como la raposa para conocer bien las trampas y como el león para infundir terror a los lobos”.

Al escribir esta obra, el secretario florentino parte de realidades, a veces experimentadas personalmente, siendo coherente con su idea de la autonomía de la ciencia política. Se propone dejar de lado las utopías políticas, como la de Platón, para teorizar sobre un nuevo modelo de política más realista y aplicable a los gobiernos de su época. Francis Bacon decía que Maquiavelo se limita a describir lo que los hombres hacen realmente. Lo que son, no lo que debieran ser.

Aunque Maquiavelo empieza describiendo los diferentes tipos de principados, su objetivo es hablar del “príncipe nuevo”, es decir, del hombre que llega a dirigir un Estado por factores como la propia virtud, la buena fortuna, el favor del pueblo o la colaboración militar de otros príncipes. Para cada uno de estos casos, Maquiavelo expone causas y motivaciones, analiza posibles peligros y desequilibrios del poder o de las relaciones de éste con los súbditos y con los nobles o magnates del Estado.
Teniendo en cuenta las vivencias personales de Maquiavelo y su entorno político-social, no es de extrañar su pesimismo extremo “Los hombres obran el mal, a menos que la necesidad los obligue a obrar bien”.

Maquiavelo da mucha importancia al arte de la guerra como medio para lograr mantener un Estado íntegro y próspero, al igual que insiste en la importancia que el pueblo respete y tema a su señor. Él cree que un príncipe ha de dar una buena imagen de sus atributos, aunque en realidad no los tenga. Maquiavelo alaba la virtud de los gobernantes que son crueles con unos pocos y así mantienen el Estado, mientras que critica a los pueblos y príncipes crédulos que son buenos y dejan que sus enemigos destruyan una parte de su patria, seguros de que así la sed de conquista de sus enemigos se saciará.

El bien del Estado no se subordina al bien del individuo, y su fin se sitúa absolutamente por encima de todos los fines particulares por más sublimes que se consideren. Según Aldous Huxley “Un estado totalitario realmente eficaz sería aquel que los políticos más poderosos y sus ejércitos de colaboradores pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuera necesario ejercer ninguna coerción porque estos ya querrían su servidumbre”

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