La danza es una oportunidad para que cada una de las partes de mi cuerpo se comuniquen entre sí, es un momento en el que puedo expresarme sin censura, con pasión y recelo.
La daza es la chispa que enciende el fuego de mi sensibilidad, es un silencio que lo dice todo sin hablar nada, es un saludo al amanecer y una forma de agradecerle a la vida.
Es un encuentro entre lo mágico y lo real, entre el odio y el amor, entre la locura y la racionalidad, entre el miedo y la seguridad; es una forma de vivir con intensidad.
En la danza, la música y los movimientos, se han jurado amor eterno, viven el uno para el otro, se entregan con pasión, con celo, con coraje y con emoción; se esperan con paciencia, se toleran, se abrazan con fulgor, pero sobre todo se respetan con devoción.
La danza, es…. simplemente una caricia al corazón, una forma de honrar a la emoción.
La daza es la chispa que enciende el fuego de mi sensibilidad, es un silencio que lo dice todo sin hablar nada, es un saludo al amanecer y una forma de agradecerle a la vida.
Es un encuentro entre lo mágico y lo real, entre el odio y el amor, entre la locura y la racionalidad, entre el miedo y la seguridad; es una forma de vivir con intensidad.
En la danza, la música y los movimientos, se han jurado amor eterno, viven el uno para el otro, se entregan con pasión, con celo, con coraje y con emoción; se esperan con paciencia, se toleran, se abrazan con fulgor, pero sobre todo se respetan con devoción.
La danza, es…. simplemente una caricia al corazón, una forma de honrar a la emoción.
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