jueves, 13 de mayo de 2010

INFIDELIDAD

Ser infiel es una decisión individual. Cada quien tiene la capacidad de decidir si es infiel o no.

La comunicación es uno de los primeros elementos que se intervienen en la infidelidad. Por ejemplo, cuando la rutina se vuelve tan absorbente y deja de haber comunicación en la pareja, y no se comentan inquietudes o molestias entre ellos, es posible que alguno de los dos encuentre en un tercero cómo llenar ese hueco que se generó al interior de la pareja.

En otros casos, la convivencia con alguna persona fuera del matrimonio se vuelve tan intensa y emocional, que se vive un verdadero proceso de enamoramiento, rompiendo la relación del matrimonio desde su raíz.

Son contadas las personas que verdaderamente padecen alguna incapacidad que les permita comprometerse con una sola pareja. Su necesidad por llenar algún vacío, o satisfacer alguna compulsión, es tan intensa que verdaderamente no puede contenerse. Pero estos son los menos.

O existen quienes viven alguna experiencia de infidelidad por simple y mera curiosidad. Simple y mera atracción física y curiosidad. Lo que popularmente conocemos como “una canita al aire”, o también como “una aventura”. Ahora que esto no le resta gravedad, siendo que quien fue infiel alivia su culpa justificándose con ideas como que “solo fue una noche”, “solo fue una vez”, “solo fue por curiosidad”, y con esto evade su responsabilidad. Al menos eso intenta, y eso cree.

La infidelidad puede dañar la autoestima, la seguridad, la confianza en sí mismo.

Por eso no lo hagan chicos y chicas… al final es un vacío y un engaño a sí mismo.

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