miércoles, 12 de mayo de 2010

“EL TIEMPO TODO CALMA, LA TEMPESTAD Y HASTA LA MISMA CALMA”

Cuando escucho las noticias, me pregunto, si algún día viviremos mejor o si existe alguna solución para algunos de tantos problemas. Y entonces, intentando ser positiva, pienso que aveces es cuestión de esperar, las cosas tienden a cambiar, a fluir, aunque estoy consciente de que el cambio no necesariamente debe ser para bien, pues siempre existe la posibilidad de que empeoren.

Sin embargo, cuando los problemas se encuentran fuera de control y lo que es peor, fuera de nuestras posibilidades, solo nos queda que el tiempo haga lo suyo, dicen que no hay mal que dure cien año. Y no considero que sea una postura cómoda o mediocre pues analizando detenidamente la historia universal, el hombre tiende a llegar a un límite para reaccionar, y al parecer aún no ha llegado a aquel.

Me enfurece pensar que sigan sucediendo injusticias, abusos y que el pueblo no pueda despertar, no es posible que 500 individuos haya subido los impuestos de una forma absurda; no es posible que el secretario de Hacienda, haya decidido en nombre de los millones de ciudadanos que somos, condonar miles de deudas a empresas; no es posible que 5 empresarios hayan matado, con el derrame de petróleo, a miles de especies en el mar por no tener el debido cuidado…. Y nadie hace nada.

Basta con una persona para cometer arbitrariedades, pero para hacer una revolución se necesitan miles, ¿qué absurdo no?

Si el pueblo no quiere hacer nada, no podemos forzarlo, mientras ellos sigan votando por los mismo partidos políticos, mientras no aprendan a exigir lo que merecen y mientras el hambre no les duela, creo que solo me queda esperar, trabajando, pero de todas formas, esperar.

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